Una manipulación, preparación o conservación de alimentos inadecuada puede provocar intoxicaciones alimentarias. A continuación, explicamos cuáles son los principales síntomas que se manifiestan en caso de intoxicación alimentaria y cómo debes actuar en un caso de emergencia. 

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE UNA INTOXICACIÓN ALIMENTARIA?

Las infecciones por microbios (virus, bacterias y parásitos) causan la mayoría de las intoxicaciones de los alimentos. Los síntomas pueden durar desde unas pocas horas hasta varios días y leves o graves. Los síntomas más comunes de una intoxicación alimentaria son: 

  • Vómitos. 
  • Diarrea. 
  • Dolor en el abdomen. 
  • Fiebre. 
  • Dolor de cabeza.  

Todos los alimentos pueden ser susceptibles a la contaminación, aun así, hay algunos que tienen mayor facilidad para contaminarse debido a su naturaleza, y ya pueden incluir microbios a la hora de comprarlos. Estos son: 

  • Productos frescos. 
  • Carnes (carne picada), aves y huevos crudos o pocos cocidos. 
  • Productos lácteos y jugos de frutas que no han sido pasteurizados. 
  • Pescados y mariscos. 
  • Alimentos que las personas manipulan durante la manipulación, como ensaladas y frutas cortadas, sándwiches, productos horneados, etc. 
  • Carnes procesadas y listas para comer, como salchichas o fiambres. 
  • Alimentos que no están correctamente enlatados o sellados. 

Las formas más comunes de contaminación en los alimentos son:

  • Una mala conservación. 
  • Toser o estornudar encima de ellos. 
  • Alimentos crudos que siempre están contaminados (verduras con tierra). 
  • Manipular alimentos sin llevar a cabo la higiene de manos, por ejemplo. 

Es importante seguir unas normas de higiene y seguridad antes, durante y después de la manipulación de alimentos para prevenir casos de intoxicaciones que puedan afectar a la salud de los consumidores. 

LAS PRINCIPALES INTOXICACIONES ALIMENTARIAS

Los tipos de microbios que causan la intoxicación por alimentos son virus, bacterias y parásitos, entre otros. Las principales intoxicaciones alimentarias son: 

  • Intoxicación por enterobacterias estafilocócicas. Es una bacteria que contamina los alimentos y afecta al aparato digestivo. Por tanto, los síntomas son diarreas, vómitos, dolor abdominal y nauseas. Para prevenir este tipo de intoxicación, es fundamental una buena higiene general y la refrigeración rápida y en condiciones. 
  • Intoxicación por enterotoxinas de bacillus cereus. Para prevenir este tipo de intoxicación es fundamental la conservación adecuada de los alimentos hasta su consumo, además de la higiene y el estado de los productos. 
  • Intoxicación por salmonelosis. Este tipo de bacterias es responsable de enfermedades como gastritis y endocarditis, por lo que los síntomas principales son fiebre y diarrea. Una adecuada higiene general, refrigeración rápida y adecuada se deben tener en cuenta para prevenir esta bacteria. Las salmonellas desaparecen a una temperatura de 65ºC durante 30 minutos. 
  • Intoxicación por escherichia coli. Esta intoxicación produce gastroenteritis, pues sus síntomas son nauseas, retortijones y diarrea. Es necesario el estado adecuado de los productos para la prevención. 

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL CURSO DE MANIPULADOR DE ALIMENTOS?

Tanto el curso de manipulador de alimentos como el de control de alérgenos garantiza un alto grado de conocimientos a la hora del tratamiento y la manipulación de alimentos para el consumo. El curso de manipulador de alimentos te inculca una serie de pautas y rutinas durante la manipulación de alimentos con el objetivo principal de asegurar la salud del consumidor y evitar daños que puedan afectarle seriamente.  

El certificado de manipulador de alimentos es necesario y obligatorio por ley para todas aquellas empresas cuya actividad se relacione con el trato de alimentos. Este documento es el que acredita que el trabajador ha recibido la formación obligatoria para manipular alimentos en cualquiera de sus fases. Por tanto, las empresas hosteleras y alimentarias juegan un papel importante a la hora de sensibilizar a sus trabajadores, ya que cualquier intoxicación o problema producido en algún proceso de la cadena alimentaria puede dañar gravemente la salud de los consumidores finales.